Saber qué comer antes y después de entrenar puede marcar una gran diferencia en tu rendimiento y en cómo se recupera tu cuerpo. La alimentación es una parte clave del entrenamiento, tanto si practicas deporte de forma profesional como si estás en tus prácticas o formándote en ENSSAP.
Qué comer antes de entrenar
La comida previa al ejercicio debe darte energía sin pesadez. Lo ideal es comer entre 1 y 2 horas antes, combinando hidratos de carbono complejos y algo de proteína.
Ejemplos:
- Tostadas integrales con aguacate y pavo
- Avena con plátano y yogur natural
- Arroz o pasta integral con verduras
- Fruta y un puñado de frutos secos si no tienes mucho tiempo
Evita los alimentos muy grasos o ricos en azúcar: ralentizan la digestión y pueden darte bajón a mitad del entrenamiento.
Qué comer después de entrenar
Después del ejercicio, el cuerpo necesita recuperar energía y reparar los músculos. Aquí entran en juego los hidratos de carbono (para reponer el glucógeno) y las proteínas (para la recuperación muscular).
Ejemplos:
- Tortilla con pan integral y tomate
- Batido natural con leche, plátano y avena
- Pollo o pescado con patata o arroz
- Yogur natural con fruta y semillas
Y no te olvides de rehidratarte. El agua o bebidas isotónicas ayudan a reponer sales minerales perdidas durante el esfuerzo.
Consejos rápidos
- No entrenes nunca en ayunas prolongadas si no lo has planificado.
- Evita comer justo antes de empezar, deja pasar al menos 45 minutos.
- Cuida las raciones: comer bien no significa comer mucho.
- Escucha a tu cuerpo: cada persona tiene necesidades distintas.
En ENSSAP también cuidamos la nutrición
Durante las prácticas y la formación, mantener una alimentación equilibrada es clave para rendir al máximo.
Recuerda: no se trata solo de entrenar fuerte, sino de hacerlo de forma inteligente y saludable.